La primera vez que fui a verte, no sabía qué esperar, pero necesitaba orientación…..y recibí mucho más. Quedé asombrada con todo lo que me dijiste: cosas que nadie tendría cómo saber, (o que ni yo misma recordaba!). Hasta nombrar lugares geográficos específicos y nombres exactos, que me impresionó. En ti encontré a una persona excelente y con dones maravillosos. Gracias a tu ayuda, ahora estoy en proceso de solucionar mis problemas. Nuevamente gracias!, por estar siempre ahí, para darme un consejo o una palabra de aliento. Sin interés alguno, más que lograr el bien.
Que Dios te acompañe siempre.