Desde que te conocí me inspiraste mucha confianza y sentí que podía contarte mis cosas como si te conociera de siempre. Todas las cosas que me dijiste fueron acertadas y siento que me ayudaste mucho. Cuando llegué por primera vez me encontraba en un momento muy difícil, me habían sucedido muchas cosas malas en muy poco tiempo. Gracias a ti, a tus palabras, y a tu lectura acertada, las cosas empezaron a mejorar y en muy poco tiempo siento que mi vida está cambiando para bien. Siempre tienes las palabras exactas y el consejo preciso. Le agradezco mucho a mi amiga que fue la que me dijo que te contactara. Definitivamente eres una gran persona, una gran vidente y una amiga que siempre ve las cosas positivas. Cada vez que recurro a ti, siempre me ayudas con la mejor disposición y me transmites mucha serenidad y confianza en que todo saldrá bien. Muchísimas gracias por todo.